La asimetría facial es una alteración que se define por la presencia de una disarmonía entre ambos lados de la cara. Esto es, en el plano vertical frontal de la cara, uno de los dos lados se muestra descompensado respecto el otro.
Aunque una asimetría facial leve no patológica es en muchos casos imperceptible y a menudo se considera normal, su importancia clínica no puede determinarse fácilmente, ya que la estética facial es completamente subjetiva. Por lo tanto, el grado de aceptación de esta malformación dependerá en gran medida de la región de asimetría y la percepción del desequilibrio del paciente.
Es por ello que no todos los pacientes que presentan asimetría facial son candidatos a operarse, sino únicamente aquellos que presenten un grado de asimetría facial evidente para su entorno social, profesional y familiar o que perturbe su paz mental.