El equipo de profesionales médicos del Instituto Maxilofacial resuelve las dudas más frecuentes que pueden surgir antes de realizarse una cirugía ortognática:
En las malformaciones faciales, normalmente los dientes de la arcada del maxilar y de la mandíbula se encuentran desalineados entre sí. El papel del ortodoncista es esencial en estos casos para alinear los dientes y prepararlos para la intervención quirúrgica.
El resultado de la combinación de tratamientos, ortodoncia y cirugía ortognática, es recuperar el equilibrio entre todos los rasgos faciales, por lo tanto un buen diagnóstico y un tratamiento ortodóncico bien planificado es clave para que la cirugía ortognática sea un éxito.
El ortodoncista debe estar en constante comunicación con el cirujano maxilofacial, y una vez que los dientes alcancen la posición ideal para la cirugía, ambos decidirán el momento en que el paciente está listo para pasar por quirófano. Normalmente, después de la cirugía existe un período de ajuste en el que se continúa el tratamiento de ortodoncia, para terminar de colocar los dientes y ajustarlos en su nueva posición, aunque en algunos casos esto no es necesario.
Veamos los distintos protocolos de cirugía ortognática:
Protocolo Clásico: Se sigue en la gran mayoría de las cirugías, y consiste en tratamiento ortodóncico, seguido de cirugía ortognática, y luego más tratamiento ortodóncico.
Surgery First: En este caso, no hay tratamiento previo de ortodoncia antes de la cirugía ortognática. Indicado en pacientes que tengan los dientes bien alineados y lo único que deban corregir es la disarmonía existente entre maxilar y mandíbula.
Surgery Last: Tratamiento de ortodoncia seguido de cirugía ortognática sin tratamiento ortodóncico posterior. Se aplica en pacientes que ya han conseguido una buena oclusión con ortodoncia, pero que no tienen armonía facial por una mala colocación de los huesos de la cara.
Surgery Only: Únicamente cirugía ortognática. Se aplica cuando el paciente tiene una buena oclusión y únicamente necesita un reajuste de la estructura ósea, ya sea tratar problemas como la Apnea del Sueño o para lograr una mayor armonía facial.
Es importante destacar que el protocolo a utilizar será definido por el cirujano maxilofacial y el ortodoncista, el paciente no puede elegir entre uno y otro, ya que esto se define en base a la posición de los huesos y los dientes del paciente.
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Vídeo: Surgery First
Cuando se trata de una cirugía ortognática bimaxilar, la anestesia es general con ingreso hospitalario de una noche. El paciente vuelve a casa aproximadamente al mediodía del día siguiente, después de una visita de seguimiento con su especialista.
En cambio, si la cirugía ortognática es monomaxilar de avance mandibular, se realiza, gracias a los protocolos diseñados por el Dr. Hernández Alfaro, bajo anestesia local y sedación sin ingreso hospitalario. En este caso, los pacientes vuelven a casa dos horas después de la cirugía.
Durante la cirugía en Instituto Maxilofacial, siempre hay un anestesiólogo presente que controla en todo momento al paciente. Un anestesiólogo es un profesional que se dedica exclusivamente a este proceso: desde definir la cantidad y tipo de fármaco a utilizar en cada paciente en función de su estado de salud y tipo de procedimiento, a controlar y monitorizar al paciente durante la cirugía e inmediatamente después de la finalización de ésta.
El control meticuloso de la tensión arterial por parte del equipo de anestesia del Instituto Maxilofacial reduce las pérdidas de sangre durante la cirugía ortognática. Además, los anestesiólogos del Instituto Maxilofacial emplean para todos los pacientes de cirugía ortognática el BIS, un dispositivo que permite monitorizar durante la intervención las ondas que se relacionan con la profundidad anestésica, consiguiendo así una adaptación excelente entre el tiempo quirúrgico y el de anestesia. Gracias a estas técnicas aplicadas durante la cirugía ortognática, nunca ha sido necesario realizar una transfusión.
Tanto la anestesia local como la temida anestesia general son en la actualidad procedimientos muy seguros, y pueden aplicarse sin problema a la mayoría de las personas, siempre que éstas informen bien al anestesiólogo de cualquier problema en su salud, y sigan las pautas indicadas para los días y las horas previas a la cirugía.
El Dr. Federico Hernández Alfaro y su equipo han creado protocolos que permiten acortar notablemente el tiempo quirúrgico.
Así, la cirugía ortognática monomaxilar tiene una duración media 40 minutos en nuestro Instituto. Los pacientes vuelven a casa dos horas después de su cirugía.
La cirugía ortognática bimaxilar en el Instituto Maxilofacial se realiza en una media de 90 minutos. Los pacientes pasan 1 noche de ingreso hospitalario y vuelven a casa al día siguiente.
Cirugía corta: La reducción del tiempo quirúrgico en este tipo de procedimientos mejora extraordinariamente la experiencia postquirúrgica del paciente, ya que el trauma quirúrgico es mínimo y la recuperación es casi inmediata.
Esta reducción del tiempo quirúrgico sólo se consigue con experiencia y una excelente formación por parte del equipo médico. En Instituto Maxilofacial realizamos una media de 5 cirugías ortognáticas a la semana desde 1994.
La cirugía ortognática no suele ser dolorosa. Aunque parezca difícil de creer, muy pocos pacientes reportan dolor después de su cirugía ortognática.
Tras muchos años de experiencia y comentarios de nuestros pacientes, hemos notado que la mayoría de ellos refieren menos dolor de lo esperado, aunque suelen quejarse de algunas molestias, como la sensación de ansiedad causado por la hinchazón de las paredes de la nariz, que obstaculiza la entrada de aire; un ligero dolor al bostezar, estornudar y toser, espasmos en la mandíbula, y babeo. Pero por regla general, los pacientes no experimentan mucho dolor en absoluto.
Es importante tener en cuenta que los procedimientos poco invasivos durante la cirugía, y los cuidados postoperatorios específicos (máscara de hiloterapia, y masajes linfáticos) que utilizamos en Instituto Maxilofacial reducen notablemente el trauma postquirúrgico.
Además, todos nuestros pacientes reciben medicación para reducir la hinchazón y aliviar el dolor, que en la mayoría de los casos se controla fácilmente con medicamentos y reposo. Por regla general los pacientes pueden regresar a su vida normal en un plazo de dos a tres semanas después de su cirugía ortognática.
Independientemente de esto, debemos tener en cuenta que diferentes pacientes tienen diferentes umbrales de dolor, y no hay manera de determinar quién tiene un umbral alto y quién tiene un umbral bajo.
Aspectos como la planificación digital y las nuevas técnicas y protocolos quirúrgicos han hecho que la cirugía maxilofacial sea mucho menos invasiva que hace algunos años, y por lo tanto la recuperación es también mucho más rápida.
En Instituto Maxilofacial somos pioneros en técnicas de cirugía ortognática mínimamente invasivas, esto es el conjunto de técnicas y procedimientos relativos a la cirugía, anestesia y cuidados postoperatorios que permiten reducir el dolor, la inflamación, la pérdida de sangre y las complicaciones en el paciente durante y después de la cirugía.
Así, por regla general, los pacientes operados en nuestro centro pueden regresar a su vida normal en un plazo de dos a tres semanas después de su cirugía ortognática bimaxilar.
En los casos de cirugía ortognática monomaxilar, el postoperatorio es mucho más corto y en unos pocos días el paciente puede volver a la rutina cotidiana.
En cuanto a la dieta, se suele mantener la dieta blanda hasta aproximadamente 15 días después de la cirugía, momento en que se empiezan a introducir poco a poco los alimentos duros.
En lo que respecta a la incorporación al trabajo, la baja laboral suele entre 10 y 15 días. Por supuesto este período varía en función del trabajo que desempeñe el paciente.
Inmediatamente después de su cirugía ortognática encontrará que su nivel de energía es mucho menor, y tomará un tiempo para volver a la normalidad. Aún así, y aunque no nos apetezca, la actividad física (paseos cortos) es importante durante los primeros días para reducir la inflamación y acelerar la recuperación.
Los ejercicios como caminar o correr pueden reiniciarse después de un mes aproximadamente. Si usted practica deporte normalmente, necesita retomar su rutina lentamente y aumentar gradualmente dentro de su nivel de comodidad hasta llegar a su nivel normal.
Actividades como la sauna o piscina deben evitarse al menos durante 2 meses, al igual que el levantamiento de pesos. Por otro lado, los deportes de contacto pueden retomarse aproximadamente 4 meses después de la cirugía, mientras que la lucha o boxeo debe posponerse durante aproximadamente 8 meses después de su cirugía.
Es importante tener en cuenta que todos estos tiempos son orientativos, ya que cada paciente presenta distintas particularidades. Es por ello que siempre se debe pedir consejo a su cirujano maxilofacial sobre el momento adecuado para volver a realizar deporte de manera habitual.
Durante todo el proceso de postoperatorio, es muy importante mantener un buen aporte de proteínas y vitaminas para ayudar a alcanzar los niveles de energía saludables, aunque la alimentación pasará por distintas etapas:
En la primera semana después de la cirugía el paciente lleva una dieta líquida. Durante este período puede ser difícil abrir la boca lo suficiente para utilizar una cuchara, pero ésta se debe comenzar a utilizar cuanto antes, pudiendo comenzar con cucharas muy pequeñas, como las de los bebés. Es especialmente importante no utilizar pajitas, ya que el gesto de succión produce más inflamación, por lo que se debe hacer el esfuerzo de beber en vaso desde el primer momento.
Para esta etapa se recomiendan los zumos, cremas, batidos, caldos y purés. Se puede usar también algún tipo de suplemento dietético (rico en proteínas) para aumentar la ingesta de calorías.
Una vez transcurrida la semana se pasa a la dieta blanda, que durará aproximadamente 4 a 8 semanas. Durante este tiempo, el paciente debe consumir alimentos blandos y de fácil masticación, ya que los huesos están en proceso de consolidación en su nueva posición.
Para esta etapa se recomiendan pastas, arroces, carnes muy tiernas (tipo hamburguesa) pescados tiernos, verduras bien cocidas, croquetas, etc.
Desde el comienzo del tercer mes aproximadamente, los pacientes irán gradualmente introduciendo alimentos un poco más duros y aumentando el nivel de dureza poco a poco. Una persona puede volver a sus hábitos de alimentación normales alrededor del cuarto mes después de su cirugía ortognática.
El equipo de profesionales del Instituto Maxilofacial detallará a cada paciente su plan dietético especializado y le entregará un recetario especialmente creado para que los pacientes operados de cirugía ortognática puedan tener una mayor variedad en su alimentación.