La recidiva es un miedo comúnmente expresado por los pacientes que se someten a cualquier cirugía. En el caso de la cirugía ortognática, hay principalmente dos tipos:
- Recidiva dental, cuando se produce un cambio en la posición de los dientes después de la cirugía—este tipo de recidiva es la más común.
- Recidiva esquelética, cuando se produce un cambio en la posición huesos- este tipo de recidiva son excepcionales y de producirse, suelen ser movimientos demasiado pequeños para ser considerados relevantes funcional o estéticamente ( entre 1 a 3mm)
La recidiva dental es fácilmente tratable con un tratamiento ortodóncico. La recidiva esquelética se da por remodelación de los huesos debido a las tensiones musculares que actúan sobre estos. Si esto sucede durante las primeras semanas tras la intervención (cuando los huesos aún no han soldado en su nueva posición) se indica la reintervención, que se hace de forma ambulatoria bajo anestesia local y sedación.
Existen también causas externas para la recidiva, como puede ser el desplazamiento de las placas causado por traumatismos, y causas inherentes al paciente, como una cicatrización deficiente, debilidad del hueso o trastornos de la ATM, que causan un mayor grado de inestabilidad oclusal en los pacientes que los sufren.
Es importante asimismo tener en cuenta que una correcta planificación y ejecución de la cirugía producen unos resultados más estables en el tiempo:
- Si la cirugía se hace en pacientes demasiado jóvenes aún en proceso de desarrollo, el crecimiento afectará la posición final de la estructura ósea. Los adultos también presentan cambios en la estructura craneal, pero de manera general estos cambios son simétricos, a diferencia de los cambios debidos al crecimiento.
- Si en el momento de tomar los modelos el paciente no se encuentra en una correcta relación céntrica, es posible que los resultados no sean estables, por lo que la mordida céntrica debe tomarse con cuidado y confirmarse varias veces para asegurar que ambos cóndilos del paciente estén asentados en su respectiva fosa condilar.
- Si no existe una correcta preparación ortodóncica pre cirugía* o no se sigue el tratamiento ortodóncico post- quirúrgico, es muy probable que los resultados sean inestables. *(excepto en pacientes candidatos a Surgery First)
Por último, también hay que considerar que existen movimientos óseos más propensos a la recidiva, como es la cirugía ortognática para el tratamiento de la mordida abierta. La recidiva en estos casos se debe principalmente a la tracción ejercida por la lengua, por lo que en estos casos es necesaria una correcta reeducación de este músculo por un logopeda, antes y después de la cirugía.
Es importante tener en cuenta que más allá de un año, los cambios esqueléticos solo están relacionados indirectamente con la cirugía, ya que se ha demostrado que existen cambios esqueléticos aún en pacientes que no se sometieron a cirugía ortognática, sólo que en menor grado. Dichos cambios pueden ser resultado de una remodelación ósea adaptativa, una reanudación del crecimiento, o cambios adaptativos en la dentición.
En definitiva, se ha demostrado que la cirugía ortognática en general obtiene resultados estables y clínicamente satisfactorios a largo plazo en la gran mayoría de los pacientes.
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