Los especialistas del Instituto Maxilofacial han investigado y desarrollado durante muchos años distintas técnicas de cirugía estética facial que permiten alcanzar la simetría y armonía facial que desean nuestros pacientes. Hoy, el cirujano maxilofacial Jorge Masià nos habla de los injertos de grasa autóloga.
¿En qué consiste el tratamiento con injerto de grasa autóloga?
El injerto de grasa autóloga consiste en la obtención de grasa sobrante de zonas del cuerpo del propio paciente. Normalmente lo obtenemos del abdomen o de las piernas mediante un sistema de liposucción mínimamente invasivo y lo trasplantamos en otras zonas del cuerpo como la cara y el cuello mediante inyección.
¿Qué indicaciones o contraindicaciones tiene el injerto de grasa autóloga en cirugía maxilofacial?
Existen múltiples indicaciones para la utilización del injerto graso:
1.-Corrección de asimetrías o defectos volumétricos que pueden estar presentes desde el nacimiento o que hayan sido adquiridos durante la vida debido a enfermedades sistémicas, traumatismos o secuelas de tratamientos oncológicos.
2.-Mejoría de la calidad de los tejidos y de las cicatrices. Debido a su gran contenido en células con propiedades regenerativas, el injerto de grasa autóloga es capaz de devolver la vitalidad y elasticidad a los tejidos que han sido dañados.
3.-Estética facial para relleno de arrugas, aumento de volumen de determinadas zonas faciales.
Las contraindicaciones absolutas serían aquellas condiciones médicas que impidan la realización del procedimiento quirúrgico o enfermedades oncológicas activas. Como contraindicaciones relativas se considerarían la ausencia de tejido donante, en cuyo caso se puede recomendar al paciente la realización de una dieta hipercalórica con el objetivo de generar depósitos grasos.
¿Cómo se realiza el procedimiento?
El procedimiento se puede realizar con anestesia general o con anestesia local y sedación, dependiendo el paciente y de la zona a tratar. Consiste en una fase inicial de obtención de la grasa mediante un sistema de aspiración de baja presión para evitar dañar las células y sus propiedades. Una vez obtenida la grasa, se procede a la purificación de la misma mediante un sistema de filtrado o de centrifugado y finalmente se trasplanta mediante su inyección en la zona receptora de tratamiento. Por lo general, en el Instituto Maxilofacial, se tratan estos procedimientos de manera ambulatoria y la recuperación postoperatoria es rápida e indolora.